Voy a proceder de la siguiente manera: voy a dejar de comer para siempre.
Ni influenciada por las bulímicas sicóticas de mi trabajo y mucho menos por mi abuela.
Es que estoy gorda. Gorda y bronceada.
Diario de la guerra del cerdo, de Adolfo Bioy Casares
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1.
Buenos Aires, 1969. En el transcurso de dos semanas, el jovato protagonista
Isidoro Vidal sobrevive a "la guerra del cerdo", una suerte de cacería de ...
Hace 5 meses
1 comentario:
asi que gorda como un chancho? debe ser tu adiccion incontrolable a las oreo bañadas. las recuerdo con cariño, besos.
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