Es muy difícil tener hijos, plantas y mascotas. Tener ahijados, compromisos, ser freelance.
Mi libido está puesta casi al 100% en esta casa. Recorro mi vecindario, establezco el mínimo contacto con el fauno de PB (me cruzo de vereda, hago como que hablo por celular cuando lo veo) y con el resto de los inquilinos también. Es que son todos de Vélez.
Adoro a la verdulera y a todo Liniers, menos los hinchas de Vélez. A los muchachos de la Esso y a la hija de la china que está todo el día con las manos pegajosas. A la otra china que trapea en tacos de charol y uñas postizas. Al chino limpio de Cossio (Javi).
Desayuno en la cocina, preparo guisos y sopas. Hay mucho olor a curry. Uso ollas familiares, le charlo a mi tío muerto, acumulo ropa sucia que nunca lavo a mano.
Cuando estoy al pedo en mi casa me baño dos veces por día. Pego fotos, flyers y carteles, releo cartas viejísimas, escribo un poco, mando mails.
Pienso mucho.
Escucho música & radio.
Tiro cosas contra la pared cuando me caliento.
Paso la aspiradora por toooooooooooooodos lados y prendo unos cuantos super hit por semana. Rastreo por los bazares o las ferias americanas todo tipo de adornos, telas, frasquitos chiquitos chiquitos.
Como dicen que el fauno de PB mira a las chicas desde la terraza con unos binoculares, trato de andar en bolas lo menos posible. No puse cortinas todavía. Afirman que es lo primero que hay que ponerle a una casa.