domingo, septiembre 30

yo no te idolatro

Y bueno entonces todos nos dimos cuenta de que, por más olor a croto y borracho depresivo que te hagas, te gusta la más boluda, el prototipo de todas hace dos años.
Y es que es así. Y los que fajan y las chicas que provocan y todos los traumas que te deja esto de pasar la adolescencia con cualquier gila.

martes, septiembre 25

25/6/06

Me mandaron al psicólogo, me mandaron a flauta , a clarinete, a básquet y a teatro. Me mandaron a la mierda muchas veces y me echaron de casa, una. Y me fui pero volví porque la verdad es que yo quiero mucho a mis abuelos y me mandaron a voley. Al colegio fui sola salvo por matemáticas, física, química y todos los profesores nazis y todos sus alumnos nazis.
En todos lados hay muchos fascistas, muchos extremistas, muchos jipis.
Y en mi pueblo hay como quince rockeros, tres muy metaleros. El metal está muy bien visto, aunque no tanto como casarse con un ruso orejudo, deforme y rico.
En mi pueblo se les dice rusos a los alemanes del Volga.
Iba en el auto, en la parte de atrás. Sola más los olores más los colores, cuatrocientos o quinientos.
Y de repente el bosque. Uno que me daba miedo de chiquita.
Atrás de los árboles que se movían (me movía yo, lo hacían los demás) apareció una secuencia de imágenes todas iguales pero con velocidad, distintas. Nunca un animal: cuadrados rápidos, exactos y azules.
Y yo seguía callada, con esa sensación de volver siempre y me pregunté cuántos viajes más tendrían que pasar para dejar de sentirme así.
Nada cambiaba atrás de los árboles.

resentimiento en el parque centenario

Estoy en el Parque Centenario y espero poder contar todo como pasa así salgo de una buena vez de la parte esa en que cuando escribo no me hago cargo de nada.
Otra vez, estoy en el Parque Centenario. Hoy es un día lindo, con sol y esas cosas que hacen al estereotipo de los días lindos. Está lleno de chicos y de personas que van de sus trabajos a sus casas, la ropa los delata.
No suelo venir acá muy seguido, pero hoy estoy particularmente triste y los lugares así me distraen, en mi casa me como la cabeza.
¿Qué más estoy haciendo? Escuchando un disco de Tim Buckley y hasta hace un rato, releyendo el primer libro de Jack Kerouac que leí, hace como seis años (todos odian a mardou fox).
Bueno, el tema es que todo se desgasta.
Me enrosco mal y me voy desenroscando hasta llegar a la mueca del conformismo para pilotearla, para estar bien y zafar. Y poder seguir atendiendo.
(Me cambié de lugar porque el sol ya no me daba, vine a parar a una parte llena de pendejos y palomas - el sol me da de costado y hay olor a porro)
¿Qué pasa cuando dejo de ponerle onda? Básicamente algo así como tomarme un colectivo para poder ir a escribir egocentricidades a una plaza vallada con una laguna telermanista en el medio.

Y acá parece que la posta es caminar por la vereda angosta con cara de cansado y de querer morirse todo el tiempo. Y procurarle a los suyos un futuro mainstream prometedor lejos de las vías del tren, por si pinta el suicidio.
Y rezarle todas las noches a la religión de turno para no terminar como el loco del silbato, con un perro faldero como único amigo.
Y rezar también para por favor no ser menos que nadie y poder viajar a otras ciudades del mundo en las que la gente se siente igual de traicionada por alguien más.
Es la envidia, es el resentimiento de todos los forros que somos nosotros, porque nos salta la ficha, quedamos en evidencia todo el tiempo. Y yo me incluyo mal, porque no pasa nada con que me tome un tren a la concha de mi madre.