El martes pasado trajo el grueso de sus cosas con un flete: máquinas para hacer ejercicios y cajas con cositos variados como ropa, el costurero gigante ese que tiene (le gusta mucho coser) y muchas otras porquerías muy secretamente embaladas y rotuladas con "1", "2", "3" y así.
El fin de semana llamó a una chica para que vaya a limpiar bien a fondo mi casa, que si bien no es un ASCO generalmente, no tiene los azulejos lustrados una vez por semana ni tampoco sé lo que hay abajo de la mesada de la cocina y en ciertos compartimientos de la heladera, hace como un año. Bueno y Alba limpió el sábado y también el lunes, porque le habían quedado cosas sin hacer.
Yo llegué a mi casa recién hoy, que es martes, y estaba todo dado vuelta: mi muñeco de Dragon Ball que va en la pileta del baño estaba escondido en la mesa de luz, los platos estaban en una alacena inalcanzable para mí que soy más bien baja, el sillón ya no era esa pelota apelmasada y deforme de relleno de almohadones, la heladera estaba al palo de comida, hay fotos de mi familia por todos lados...y pusieron cortinas!
Huevos de toro, de Ralf König
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1.
Otra de Konrad y Paul. Acá Paul se obsesiona con un obrero español,
mientras Konrad se enamora de su joven alumno de piano. Creo que es la más
porno...
Hace 4 meses
5 comentarios:
dónde guardó el botiquín?
te pusiste la gorra el jueves
se la pusieron todos
acabo de leer todo el blog, no lo había leído. quería simplemente decirte que sos lo más y que me gustó mucho esta parte: "Y acá parece que la posta es caminar por la vereda angosta con cara de cansado y de querer morirse todo el tiempo. Y procurarle a los suyos un futuro mainstream prometedor lejos de las vías del tren, por si pinta el suicidio."
un abrazo.
fabiola, escribí de nuevo
se
y vos tambien que te haces
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