Olvidate de mí, de mi barrio. Prometémelo con los dedos cruzados. No tengas más en cuenta que tu tren corre paralelo a Rivadavia, que haciendo fuerza se ve mi cuadra, el supermercado donde compro lo que como. Olvidate de mi nombre, de mi segundo nombre. Cada borracho boliviano que llora me hace acordar a mí.
Diario de la guerra del cerdo, de Adolfo Bioy Casares
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1.
Buenos Aires, 1969. En el transcurso de dos semanas, el jovato protagonista
Isidoro Vidal sobrevive a "la guerra del cerdo", una suerte de cacería de ...
Hace 5 meses
2 comentarios:
Genialidad lo tuyo Fabiola Feyt! Haces de tu toda tu vida un cuento super interesante, que nunca se te apague la luz!
Muy bueno lo que escribís.
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