martes, octubre 30

que se pongan un cascabel

Eh, ahora que no hay tantas remeras con inscripciones en italiano (como "Capo Cannonieri") es mucho más difícil reconocer a los bananas!

viernes, octubre 26

todas las cosas intrascendentales que hice en Maciá el fin de semana del día de la madre

Llegué el sábado, después de un viaje con sol y calor y bichos estrolados contra el parabrisas y mi tía que iba muy rápido. Mi abuela había hecho empanadas caseras. Estábamos casi todos: la tía Moni con su hija punk con extensiones (Sarita), el tío Negro con Enrique y Roberta (mis primos más chiquitos), mamá con Camila y el papi y la mami (aka mis abuelos). Ah también estaba Pelito, el hijo menor de mi tío Nando. Entonces comimos como enfermos, mostré los aparatos a tooooooodos, contamos cuentos de terror y les confesé que en mi cuarto, unos años antes, había jugado al juego de la copa y que se me había aparecido el espíritu de un nene de tres años asesinado por su mamá.
Mi tía Carola, que suele ver fantasmas y enanitos que en realidad no están (o duendes), me juró que ese nenito algunas noches la llama o le tira de los pies.
Y después me fui a lo de Magalí, que es mi mejor amiga maciana, a tomar unos aperitivos. Más tarde caminamos hasta el club Atlético (punto de partida obligado en la noche del pueblo) donde me encontré con mi hermano que está muy muy alto. Le compré una coca y quedamos en encontrarnos en Golden Disco, que es el único boliche del pueblo, comandado por las dos tortas del pueblo (Colo Paccor y Walkiria) y su séquito de cachivaches, las hermanas Barboza. Golden es un desastre; la seguidilla de estilos musicales es el siguiente: madonna kylie y derivados+rock nacional (con los fabulosos cadillacs como banda fetiche de absolutamente todo el pueblo)+ electrónica de hace siete años+machito ponce, vilma palma, b52's+reggaeton y cumbia muuucha muuucha cumbia hasta el final de los días de los maciaenses.
(Cuando todavía vivía allá, querer salir era muy tortuoso. Pero ahora me la banco porque es el único lugar en el que puedo encontrar a todas las personas que conozco todas juntas)
Entonces a eso de las cinco volví a mi casa, pateando cuatro cuadras, pero de las largas con descampados tétricos.
El domingo hice un esfuerzo y me levanté temprano, a eso de las once. Saludé a mamá, a tías y abuela y me fui a hacer los mandados a lo de la Juanita, que es la almacenera del barrio. Estuve en su casa mucho tiempo charlando. Me levanta el ánimo porque siempre me dice que estoy flaca y linda y buena. Mi abuela, sin embargo, ante todo me dice que estoy gorda. Pero cuando me voy me elogia el pelo y el cutis.
El tío Negro estaba preparando el asado, mi abuelo leyendo el diario y mis primos viendo una película de Nicholas Cage. Ya estaban todos en casa y es antes de comer cuando me inflo de bienestar y tranquilidad y estoy feliz feliz.
Comimos, entonces, el asado con las ensaladas características que acompañan el asado pero no sólo eso: para después del asadito mi abuela había hecho ravioles! Comí un plato de cada. Delicioso. En la mesa hubo debates legendarios en los que, por suerte, fui muy pocas veces mencionada. Porque al ser la mayor de las nietas y de todo, soy el foco de los consejos y las recomendaciones y las críticas constructivas.
Y de postre: budín de pan con manzana y banana, más heladoooooooo! Fui muy dichosa en el almuerzo.
A la siesta no suelo interactuar demasiado cuando las mujeres se reúnen abajo de los pinos a hablar de un montón de cosas, también huyo del malón de niños que pulula en todos lados. Generalmente me siento con mi abuelo en el jardín de adelante y no hablamos mucho("el estudio?" "y la verdad que bien", "el trabajo?" "como siempre" "mmm" "mmmm") y listo, el resto es telepatía científicamente comprobada.
Dormí un ratito la siesta en el sillón del living y llamé a Maga para que merendemos. Fui a la casa y me comentó de una muestra de cuadros de arrrrtistas locales. Entonces fuimos y me encontré con los literatos maciaenses, como Griselda Asmus (mi profesora de literatura) y charlamos largo rato hasta que empezó algo que Magalí no me había mencionado: ¡el coro local interpretando canciones de Los Plateros! Fue "oooonly yooouuuu (only youu only youu)" y también su versión en castellano y otros clásicos. Imperdible! La voz de la mamá del Caco Bictori: la mejor.
Y no sólo eso! A la noche se inauguraba el Monumento a la Madre (que ya existía pero estaba puesto en un lugar que siempre lo chocaban con los autos o camiones), con su respectiva fuente de aguas casi danzantes!!! Claro que fui, todo el pueblo tenía que ir. Hubo un desfile que representaba las madres célebres maciaenses (las descendientes de alemanes, las madres de combatientes en malvinas, madres de profesionales...) y luego una señora leyó una poesía sobre las mamás y se largó a llorar. Todos estábamos emocionados, de verdad lo digo. Y despuéssssssssssss, activaron la fuente (que según me contó Magalí, costó mucha plata) y tiraron fuegos artificiales, donados por no sé quién. Ahhh fue espléndido, todo el pueblo junto celebrando cositas, todos contentos y limándola.
Luego del idilio maternal, nos fuimos al club a comer una pizza con sprite y limón. Hasta que nos dio frío y cada una se fue para su casa, muy muy felices de habernos visto.
Llegué a casa, charlé con mi abuela que es una masa y me acosté a dormir.
Al otro día me volví a Buenos Aires y fue terrible.

sábado, octubre 20

novedoso

ñ) Hoy me voy a Maciá, estoy muy contenta. Quiero comer sin parar todo el tiempo y estar tirada sin hacer absolutamente nada. Y que me atiendan y malcríen. Que me traigan la comida al sillón y que se la pasen diciéndome Fabiolita.

ññ) Al final todavía no fui a anotarme a natación porque no tuve tiempo. Pero me corté el pelo. Muuuuuy corto. No me acuerdo de haberlo tenido tan corto, pero como mi pelo crece indiscriminadamente rápido, como si en vez de shampú usara bosta de caballo, dentro de poco lo tendré largo otra vez. Y así sucesivamente hasta el infinito porque así es el pelo.

ñññ) No tengo nada más para contar. Estuve trabajando un montón. Estoy muy cansada pero no refunfuñona porque hoy me voy a Maciáaaaaaaasdlkgjfldñgfphoiyykljñh´jpìyujklñh´j

martes, octubre 16

ho-ho

Hay algunas cosas, como ciertas bandas o Jack Kerouac, que me amargan tan bien, desde la identificación (o no) y me hacen tanto ruido que los tengo que ir a ver otra vez o releerlo.
Desde que me acuerdo que la mayoría de las bandas que me gustaron, lo hicieron desde la identificación. O desde el placer que me da ir a verlos y que me hagan volver pateando a casa comiéndome la cabeza con el peso de alguna existencia (propia o ajena), pensando en las cosas que me perturban y que necesitan explotar para algún lado medio pelo, como esto que estoy escribiendo.
Generalmente lo que más me perturba es el amor o el desamor. El amor es terrible, nunca me cierra del todo. El horror de la incertidumbre aplicada al amor o a la calentura al menos, es lo más tortuoso de la noche.
Entonces algunas bandas lo potencian. Y Jack Kerouac también ahí, ese viejo de mierda con su melancolía rusa del orto.

novedades

ñ) Mañana me voy a anotar en natación en Ferro. Espero tener una constancia que sepulte bien profundo todos los años de fama de deportista inconstante que pesan sobre mí. Bueno y la malla ya la tengo de otras clases frustradas. Horribles porque me hicieron ir a lo hondo de una y yo a veces me muero de miedo con esas cosas de no hacer pie.
También está en mis planes comprarme un par de rollers que me permitan trasladarme distancias cortas por la ciudad. Si bien me espanta la idea de caerme y pelarme las rodillas o de que me lleven puesta los autos, me tengo fe. Que mi tía Carola, si lee ésto, tenga a bien recordar ese verano en Mar del Plata en que todos los días iba desde La Perla hasta Playa Grande ida y vuelta en patines, bordeando la costa, contemplando el mar y los travestis de Playa Chica. Lo complicado de ese recorrido eran las bajadas y tener que disculparme con las personas de las que me agarraba para no morir estrolada contra algo.

ññ) Mi tía se está mudando a mi casa. De a poco viene trayendo paquetes que parecen cadáveres embolsados. No sé qué tiene ahí adentro. La idea de vivir otra vez con algún familiar me altera un poco los nervios endebles que tengo. Y más con mi tía porque aunque sea la persona que más quiero en el mundo, se me complica la convivencia con ella (tenga a bien recordar nuevamente ese verano en Mar del Plata fatídico y destructor) porque somos muy parecidas en todo, salvo en la concepción de papeles importantes que no hay que tirar a la basura, cositos que pueden servir en algún momento, orden del cajón de los cubiertos, distribución de los alimentos en la heladera, no mezclar café con las cajas de té y demás manías que me avergüenzan pero que tienen que continuar así porque si no mi casa y mi vida se vienen abajo.

ñññ) Todavía no conseguí ningún subsidio. Yo no digo cobrar algo sin hacer nada. Pero que alguien vea que yo puedo hacer algo que nadie más pueda hacer y que se dé cuenta de que el trabajo que tengo me desconcentra y mi mente se dispersa con tantas obligaciones inútiles mal pagas. Y me subsidie!

miércoles, octubre 10

Entregaría el trabajo de taller y me tomaría el palo. Me rehúso rotundamente a escribir sobre política.
Tampoco quiero trabajar nunca más. Ser encargada de algo completamente intrascendental es una mierda.
Mi trabajo consiste en atender a caretas que se quieren comprar ropa. Pero no hombres, sólo mujeres caretas. Entonces las atiendo. A veces no se prueban lo que compran, pero en la mayoría de los casos, sí. Generalmente me tocan forras empastadas hasta la cabeza que balbucean. Esas me divierten, porque tengo paciencia. Trato de identificarlas apenas entran al local y voy y las saludo. "Lo que precises, avisame".
Ulanovsky escribió un libro sobre el lenguaje y en una parte menciona el de shopping y es verdad, yo en vez de decir "de nada" digo "por nada" y uso las palabras "precisar", "impecable" y "confección". Hay otras que Ulanovsky no debe conocer: como que "mansa" se refiere a la boluda que se prueba todo pero que claramente tiene decidido no llevar nada, de entrada.
Bueno, entonces con las locas. Una clienta mía, que se llama Stella Maris, siempre que entra al local (tres veces por semana) me habla como si no me conociera, siempre. Me dice "a mí me atiende una chica acá que no me acuerdo cómo se llama" y la atiendo yo, siempre, todas las veces.
Otra se llama Sofía Katz y es sorda y cada tanto dice que está ciega. Es petisa, con cuerpito de criter y el pelo colorado. Siempre va a quejarse porque algo se le destiñó o se le acortó o se le perdió. Y grita, porque a veces es sorda. Igual a mí me quiere bastante, una vez me sacó una foto con el celular porque quería llevársela al peluquero para que le haga ese corte de pelo. Y tiene una hermana gorda que siempre se viste de rosa.
También atiendo a Mariela, que es dueña de un local de ropa en avenida Alvear, y siempre me lo recuerda. Importa los jeans de Victoria Beckham, con strass y costuras doradas. Casi nunca encuentra algo que le guste porque ella es más de usar todo ajustado y escotado y rebalsado. Es muy simpática, me cae bien.
Después atiendo a dos hermanas: Celeste y Florencia, pendejas, de mi edad. Celeste estudia ingeniería y le va para la mierda porque es un descontrol. Son las únicas chicas chicas que atiendo. A las demás no las soporto, tienen un timbre de voz muy de ese barrio, muy de "me rateé del san martín de tours". Tampoco atiendo a las paranoicas que transpiran y a las antipáticas, salvo a esta forra que nunca me reconoce que la odio pero nadie la quiere atender y me la adosan a mí. Y con las que recién tuvieron hijos se me complica, porque están muy acomplejadas.
Bueno básicamente eso, que quiero que me subsidien de por vida por hacer algo.

miércoles, octubre 3

pollo a la brasa con ensalada de lechuga y remolacha

ñ) Cualquiera los chaboncitos que se suben a cantar con El mató. Les cortan el mambo. Que se hagan fanáticos de otra banda.
ññ) Los Peyotes son medio pomelos.
ñññ) de Carne no va más a verlos? Otro Pomelo.
ññññ) El 1/4 de pollo a la brasa en "Carlitos"(peruvian de Corrientes y Jean Jaures) es lo más rico que comí en esta semana. Ya encontré otro lugar barato para mi romance idílico.

lunes, octubre 1

el terror

Me baño con la puerta abierta, casi siempre. Básicamente porque el vapor me marea y para poder escuchar la música que viene del comedor. Siempre pongo un disco para escuchar mientras me baño. Cualquiera, menos alguno de Jesus and Mary Chain porque es la música ideal para descuartizar a alguien que se está duchando. Todo el tiempo pienso en que va a venir el dueño del departamento (Oscar: merquero pelado y soriásico) y que va a salir de su escondite (se me ocurre el placard de mi cuarto o atrás de la heladera, en la cocina) para asesinarme por no haber pagado el ABL.
(Ese es el terror que me inculcó mi abuela Amalia, que siempre me hacía revisar abajo de la cama o adentro del placard, por si había alguien en mi cuarto)
Y oh por favor que me maten de alguna otra forma, no quiero que nadie me encuentre desnuda y cortajeada en la bañera.